La Sirena de Esterillos: Un Símbolo Mágico de la Costa Pacífica
En las aguas cambiantes de Playa Esterillos Oeste emerge una escultura que encapsula el espíritu marino de Costa Rica: la enigmática Sirena de Esterillos. Este ícono turístico combina arte, naturaleza y folclor local en un rincón único del Pacífico Central.

Ubicación y Características de Playa Esterillos
Localizada en el corazón de Parrita, esta playa de 4 km de extensión ofrece:
- Arena volcánica de tonos plateados
- Oleaje perfecto para surf principiante e intermedio
- Ecosistema único con manglares y esteros
- Refugio de aves migratorias como garzas y fragatas
¿Por qué visitar Esterillos Oeste?
Además de su famosa sirena, la zona ofrece:
- Alojamientos eco-amigables desde $50/noche
- Tour de avistamiento de tortugas (temporada agosto-diciembre)
- Clases de surf con instructores certificados
- Restaurantes con gastronomía marina local
La Leyenda que Dio Vida al Mito
La historia se remonta a 1995 cuando Fernando Mora Jiménez, pescador local, juró haber visto una criatura marina con rasgos humanos durante el atardecer. Tras años de investigación histórica y trabajo comunitario, en 2001 el escultor Albino Valverde materializó esta visión en bronce fundido.

Guía Práctica para tu Visita
Mejor Época para Visitar
La escultura es accesible según las mareas:
- Marea baja: Acceso completo (consultar tablas de mareas)
- Marea alta: Solo vista panorámica desde la orilla
Consejos Fotográficos
- Hora dorada: 1 hora antes del atardecer
- Usar lente gran angular para captar el entorno
- Calzado antideslizante para las rocas húmedas
Datos Curiosos
- Material: Bronce con tratamiento anti-corrosión marino
- Peso: 180 kg
- Altura total con base: 2.3 metros
- Mantenimiento: Limpieza mensual por la comunidad local

Información Esencial
Ubicación exacta: Coordenadas GPS 9.3775° N, 84.4658° W
Acceso: 2h30 desde San José por Ruta 34
Recomendado: Combinar con visita a Parque Nacional Manuel Antonio (1h al sur)
Estacionamiento: Zona vigilada frente a la playa ($3 por día)
Cuenta la leyenda que un señor de nombre Fernando Mora Jiménez en un día de pesca pudo visualizar una sirena. La describió como una mujer hermosa, con una gran trenza en su cabello. Al pasar tiempo como no la volvió a ver, juntó unos ahorros y logró
